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La historia de la humanidad se ha caracterizado por ser machista, sin tomar en cuenta, salvo en contadas excepciones, la participación de la mujer. Esto no es coincidencia, al contrario, ha sido una forma deliberada de desconocer los derechos que, como ser humano, le corresponden a la mujer. Durante siglos esta ha sido maltratada y considerada inferior al hombre, recortándosele los derechos más elementales y sometida a diferentes formas de violencia física y moral que, en plena era espacial, aún subsiste y que es necesario erradicar. El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora el 25 de noviembre de cada año por resolución de las Naciones Unidas.
La fecha escogida tiene su origen en un terrible acto de violencia contra la mujer en República Dominicana. En 1960 este país era gobernado por el sanguinario tirano Rafael Leonidas Trujllo, entre los pocos que se atrevían a oponerse contra el dictador figuraban las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal. Este, costumbrado como estaba, a perpetuar todo tipo de acciones violentas en contra de la mujer, ordenó a sus esbirros que prepararan un “accidente”. El 25 de noviembre de ese año fue el escogido para que, se les diera muerte a las hermanas Mirabal. La historia de estas mártires de la violencia contra la mujer es contada brillantemente por Julia Álvarez en su libro titulado “En el Tiempo de las Mariposas”.
Cuando se revisan las estadísticas de violencia contra la mujer, los datos que se encuentran son escalofriantes:
- Más de 5 mujeres o niñas son asesinadas cada hora por alguien de su familia en todo el mundo.
- Una de cada tres mujeres sufre violencia sexual o física al menos una vez a lo largo de sus vidas.
- El 86% de mujeres y niñas viven en países sin sistemas de protección legal contra la violencia de género.
En el año 2002 el Concejo de Europa adoptó una recomendación en la cual declaraba la violencia contra la mujer “como causa mayor de muerte y discapacidad de mujeres entre los 16 y 44 años”. Por otro lado, un informe hecho por el Banco Mundial estima que la violencia contra la mujer era una causa de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad de procrear tan seria como el cáncer y causante de mala salud, más frecuente que los accidentes de tráfico y la malaria combinados. Además, La violencia contra las mujeres le cuesta a la sociedad más del 2% del PIB mundial. Un estudio, hecho por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, encontró que, en los Estados Unidos, el costo económico de la violencia contra la mujer, a manos de sus parejas, supera fácilmente los seis mil millones de dólares. Este monto está distribuido entre los costos por atención médica y los perdidos por productividad.
En los países latinoamericanos la situación de la mujer no es mucho mejor, golpizas, violaciones y delitos contra la vida suceden todos los días. De nada sirven las leyes que se dan para su protección si es que nuestra sociedad no toma conciencia de la gravedad del problema y que, los que la conformamos, todavía seguimos creyendo en el mito de “la superioridad masculina”. Es necesario entender que la sociedad moderna ya no acepta estereotipos que no han hecho sino retrasar el avance de nuestras naciones. Lamentablemente la situación de la mujer no es mejor en el resto del mundo. Lo vemos todos los días a través de los medios informativos. A la fecha mas de medio centenar de países ya tienen una legislación específica sobre el tema y son muchos los que están viendo la forma de implementar acciones que puedan acabar con la violencia contra la mujer. Sin embargo, la falta de disponibilidad económica, sobre todo en los países subdesarrollados, hace más difícil se pueda implementar programas eficientes que puedan frenar este mal endémico de la humanidad.